En medio del árido Uzbekistan se encuentra la ciudad de Khiva, quizás no es la más conocida o mencionada del país, compite contra gigantes como Bukhara o Samarkanda, pero es pecado olvidarla si se quiere recorrer la ruta de la Seda o se hace un tour por Uzbekistan.
Es cierto que no queda a tiro de piedra de Tashkent y aún no hay trenes de alta velocidad que la conecten con el resto del país pero tomar un vuelo interno hasta Urgench y desplazarse a Khiva por carretera es un esfuerzo que vale la pena.
Rodeada de un poco de ciudad moderna, tampoco en exceso, se encuentra dentro de las murallas de Adobe un conjunto de edificios pequeños, bajitos y con el color barro como dominante, pequeños puestos de venta, algunas viviendas, restaurantes… pero lo que más destaca de la ciudad es sin duda su contraste con el azul.
Kalta Minor: El minarete inacabado

El azul destaca en las madrazas y los minaretes de Khiva, pero sobre todo en el minarete Kalta Minor que a simple vista no se puede distinguir de que se trata ya que tiene más aspecto de almacén de cereales que de un pilar para llamar al rezo. El motivo es que el minarete Kalta Minor nunca se terminó de construir. Era un macroproyecto de Muhammad Amin Khan que en 1855 intentó la construcción de un minarete de 80 metros de alto para desbancar al minarete Qutub de Delhi de 78 metros y casi doblar al más alto de Uzbekistán, el Kaylan de Bujaran que consta de 46 metros.
Su fallecimiento lo dejó a medio construir y se quedó en poco más de 25 metros pero los 15 de diámetro y el precioso azul lo convierten en el elemento más significativo de la ciudad de Khiva.
Pasear por los callejones de la ciudad a media tarde, alojarse en un hotel dentro de la muralla (no solo recomendable sino casi que obligatorio) y ver la puesta de sol encima de la muralla es una experiencia que no se debe perder ningún viajero.
Si viajas hasta Khiva es un buen ‘punto de apoyo’ para desplazarte hasta la región oeste de Uzbekistan, la República del Karapalkastán, allí podrás dormir en yurtas en mitad del desierto y visitar una de las regiones con los climas más extremos del mundo.